La cuarta ola
¡¡¡La cuarta ola!!! Así es como llamaron a los efectos psicológicos de esta pandemia.
Pero está claro que se equivocaron en el número.
Hoy lanzo una pregunta… si saben que esto va ha pasar, ¿Por qué no hacen nada?
Supongo que la respuesta de la mayoría será la misma, que aquí no se está previniendo nada, solo apagando fuegos.
Y esta claro que la mayoría no se equivoca. El tema del daño psicológico de este virus va más allá de lo que la gente cree. No es sólo el aislamientos, ni los duelos que se multiplican por 5 respecto al número de fallecidos, etc. También están aquellos a los que el virus les ha dejado secuelas neurológicas, aquellos a los que su puesto de trabajo se ha visto afectado, etc.
Y para poner la guinda al pastel, nos preguntan si queremos vacunarnos.
Seguro que me dejó situaciones que requieren mucha fortaleza, aguante, resiliencia y control de los pensamientos, pero para esto está la psicología, para darnos las armas necesarias para el aguante de cada una de las situaciones que se están dando, pero…
¿Qué papel tiene el psicólogo?
Si la medicina tiene respuestas, el médico las ejecuta. Si la psicología tiene armas, los psicólogos las enseñan.
Esta guerra con el virus, nos tiene en jaque, y nos dicen que es responsabilidad de cada uno aportar nuestro granito de arena….y es cierto…pero también es nuestra guerra mantenernos fuertes, en pie y no decaer.
Por muchos motivos (porque somos padres, somos pareja, somos amigos, hijos, nietos, etc.) tenemos que estar aquí y seguir siendo uno más.
Lucha por ti, piensa en ti y también pensarás en los tuyos, tenemos que mirar por nuestra estabilidad emocional, porque esta situación es excepcional. No dudéis en buscar ayuda de los profesionales de la psicología, ellos son los que deben darnos las armas que necesitemos para combatir. Llámanos, consúltanos seguro que podemos ayudar.
Evitemos entre todos que esa ola, la cuarta ola, no exista jamás.
